sábado, 19 de febrero de 2011
Taller de Confección de Tinturas Madre Vegetales - II
Como hemos visto en la primera parte, podemos hacer unas magnificas tinturas con lo aprendido de la cosecha y preparación de la misma con la utilización de las plantas frescas.
No siempre podremos estar en el sitio adecuado para proporcionarnos una cantidad adecuada de planta fresca, para la realización de nuestros remedios, así que cuando esto no pueda ser, debemos pensar como confeccionar nuestras tinturas con plantas que podemos adquirir en los comercios adecuados. Herbolarios, Parafarmacias, etc.
La forma de utilizar productos ya embasados de planta medicinal seca, da igual resultado si nos acercamos a lo que a continuación expongo.
Cuando necesitemos una planta para fabricar un remedio que necesita un amigo o nosotros mismos, pero es imposible ir al campo a cosecharlo, podemos visitar un herbolario de la ciudad y comprar una cantidad de unos 50, 100 o 200 gramos de planta.
En este caso, he de detenerme un momento para llamar la atención a un interesante detalle. Cuando decidamos comprar la planta seca y no haya mucha urgencia, podemos pararnos un momento y mirar en un calendario adecuado, la posición de la Luna en esos días. Quizá esto os parezca curioso, pero ello es importante igualmente que con las plantas frescas.
Procedemos a determinar que día es Cuarto Creciente o Luna Llena y nos acercamos a la tienda para adquirir la planta.
Cuando lleguemos a casa, colocamos la planta en un frasco de los que ya mencionamos con la boca ancha y procedemos a verter un poco de agua preferiblemente mineral, o al menos bien filtrada.
La cantidad de agua para el remojo de la planta ha de ser la justa, tanto como la mitad de lo que ocupa la planta picada dentro del tarro.
Esto va a rehidratar la planta en cuestión, y entrara en acción su proceso biológico natural que producirá el avivamiento de sus cualidades. Este periodo de rehidratación se puede dejar durante unos tres días… donde veremos que la planta incluso destiñe sus elementos en el agua…
Una vez producido esto, verteremos en el frasco la cantidad suficiente de aguardiente de vino hasta superar en un dedo la cantidad de planta…
Aquí pasamos al proceso de la primera parte de este taller donde dejaremos por el mismo tiempo en estado de digestión por la temperatura cálida y de maceración de todas las propiedades de la mezcla.
En este punto he de detenerme a confesar otro pequeño secreto espagírico, con el cual enriqueceremos nuestra tintura.
Cuando cogimos la planta del campo, recordareis que os dije que la cosecháramos antes de la salida del hermano Sol, y así el Rocío de la mañana se quedaría en la planta para luego ser picada y metida en el frasco con el alcohol… pero en la parte que nos ocupa ahora con planta comprada seca, tenemos que ayudar a la misma a enriquecerse igualmente que la cosechada fresca.
Todos los días en la noche, se vierten innumerables bendiciones del Cosmos sobre los prados y los campos en todas partes, y esta Humedad Virginal, este Espíritus Mundi… es el Roció maravilloso que tantas cualidades porta en sí.
Cuando estemos con el tarro de plantas en el proceso de humectación de la planta seca con el agua, podemos enriquecerla aun mas dejando una semana en este proceso, abriendo el tarro cada noche en el balcón, o mejor aun en la terraza si no está cubierta o en el saliente de la ventana, en el espacio más libre que tengamos en el exterior. Si vivimos en una casa baja, colocaremos este tarro todas las noches durante nueve noches en el jardín, y es muy importante que antes del amanecer lo tapemos, y lo metamos en casa al abrigo de la luz del Sol, pero en sitio cálido para que siga su proceso de maceración acuosa.
Pasado el tiempo de nueve días y siempre en Cuarto Creciente, procedemos a agregar el Aguardiente de vino y seguimos una semana más o una Lunación entera como ya recomendamos.
Con este proceder tendremos una Tintura de gran calidad para la confección de nuestros remedios.
Hay algunos que compran la planta seca e inmediatamente la sumergen en el frasco con el Aguardiente, dejándola macerar durante un tiempo conveniente. Esto lo podemos hacer con una pequeña porción si tenemos una prisa absoluta para la confección de un remedio, y podemos incluso hacerlo en un tarro pequeño y al baño maría, durante unas tres a veinticuatro horas a fuego de digestión, siendo este de 37 a 40 grados. Esto produce una aceleración del proceso, pero no será una tintura de tan buena calidad vibracional.
Recomiendo que entre Aries y Tauro en la Primavera, salgamos a coger con bayetas secas que son muy absorbentes, el Rocío de los campos limpios donde no pasen coches cerca, y lo escurramos en un cuenco de cristal, para luego verterlo en un frasco hermético y guardarlo dentro de un armario al abrigo de la luz.
Esto nos proporcionara una pequeña cantidad de Rocío Virgen, del cual incluiremos unas gotas a nuestros pequeños frascos de Tintura, para activar la Fuerza del Espíritu Universal en la misma, dándole cualidades magnificas.
Creo que por esta vez es suficiente, donde hemos aprendido a la confección de tinturas con plantas adquiridas en las tiendas y por lo tanto deshidratadas.
En las próximas entregas, os enseñare como hacer remedios a partir de estas Tinturas Madre, llegándolos a homeopatizar para algunos casos así como una lista de las Tinturas más adecuadas para nuestro botiquín natural… Espero poder ofreceros poco a poco, todo lo que por la Misericordia del Eterno he ido recibiendo y practicando en estos 30 años.
Recordad… siempre tratad las plantas secas o frescas, con el mayor respeto y la intención de servicio desde vuestros corazones… Todo ello entra en la transmutación de los elementos… Os iréis dando cuenta. También para el Aguardiente y el agua que utilicéis en estas manipulaciones.
El Verdadero Espagirista hace de su trabajo, un acto de 0ración y Agradecimiento constante, por permitirle la Naturaleza que acelere sus procesos, para el beneficio de la Totalidad.
Que tengáis días bendecidos.
Claudio
domingo, 13 de febrero de 2011
Taller de Confección de Tinturas Madre Vegetales - I
Desde siempre el hombre se ha valido de las plantas para poder apoyar su salud en todas las circunstancias.
No voy a hacer un dossier de la historia en todos los pueblos, sobre cómo han realizado remedios o la utilización de las plantas en todas sus formas, pues lo iremos viendo con un sentido más práctico para la experiencia diaria, a lo largo de las próximas lecciones.
En primer lugar comenzamos por tomar consciencia de que vamos a trabajar con seres vivos al igual que nosotros, y esto implica que debemos respeto constante por cada acto de manipulación de las mismas.
Comenzaremos por decidir que planta vamos a usar para nuestra primera tintura, y posteriormente pensar en la posibilidad de poder encontrarla por nosotros mismos, cosecharla de la forma adecuada y luego realizar la confección de la tintura, que al final se convertirá en nuestro remedio de esa planta.
Nos proporcionaremos de frascos de un litro o más, de los que tienen tapa a presión con arandela de goma y de boca ancha, o cualquier otro frasco también de boca ancha con tapa de rosca etc.… para la confección de lo que llamaremos, Tintura Madre.
Podríamos decidir aquí, que podríamos necesitar una Tintura de Equinacea Angustifolia, para conseguir tener a nuestro lado, un buen antibiótico natural que podremos utilizar de diversas formas.
En este caso, debemos hacer la observación, de si en nuestro entorno se encuentra esta planta, pues de lo contrario deberíamos adquirirla en los establecimientos adecuados como planta fresca, es decir en un tiesto o bien como planta seca, que deberemos procesar adecuadamente para nuestra Tintura.
Partimos de la base que lo ideal sería la planta fresca, por todos los valores que ella tiene en su estado natural.
Quizá podríamos decidir, el pensar en otra planta como es el Romero, o el Tomillo, o cualquier otra planta habitual en nuestro entorno, y conozcamos sus propiedades beneficiosas para la salud.
Empezaremos con la idea, de que la planta con la que comenzaremos esta experiencia, la podemos encontrar en nuestro entorno más o menos cercano, en su forma natural.
En primer lugar, debemos sentir cual es la razón por la cual necesitamos esa planta y en qué cantidad para elaborar nuestra primera Tintura Vegetal. Una vez determinado esto, podemos prepararnos para la recolección de la misma y aquí he de decir, que no se debería realizar sin antes prestar atención a algunas sugerencias.
Siempre que vayamos a cosechar una planta para nuestras tinturas, deberemos hacerlo en el Ciclo Lunar de Cuarto Creciente, con el fin de que la planta tiene toda su Fuerza y Vitalidad al máximo… Lo ideal sería en el punto entre la mitad del Cuarto Creciente y Luna Llena, que es la máxima irradiación en todos los elementos sutiles que sostienen la naturaleza, con la mayor potencia.
Una vez mirado nuestro calendario para la Fase Lunar y habiendo elegido el día de recogida, nos dispondremos a dirigirnos al lugar donde se encuentra la planta, con una buena orientación interna antes de partir, así como también durante el viaje… siendo conscientes, de que vamos a solicitar de estas plantas una pequeña cantidad para el fin de nuestras necesidades.
Quizá podemos entrar en oración, cada cual desde su libertad interior, y solicitar a este Reino Vegetal su colaboración, para poder cosechar un poco de tal o cual planta, en la intención de ayuda de nuestros prójimos humanos y animales, en la utilización medicamentosa de la misma.
Aqui abro un aspecto del que no se menciona habitualmente, y que incluso los cosechadores de plantas con gran experiencia también desconocen. Es menester resaltar uno de los secretos con mas celo guardados entre Alquimistas, pero el Espíritu Eterno desea que todo sea dado para el bien de la humanidad, y es sobre la importancia que tiene el Rocío de la mañana en todo ser vivo, en especial de las plantas. Esto es uno de los secretos mejor guardados a traves de los siglos, pero vivimos ya en un tiempo, que debemos abrir la Verdad para todos, pues las transformaciones se suceden muy rapidamente para la Nueva Tierra.
Volviendo al detalle del Rocío, deberemos cosechar nuestra planta en el amanecer, pero atención... antes de que asome nuestro hermano Sol en la lejanía, pues asi las microgotas de este líquido maravilloso con toda la Fuerza del Cosmos, pasa y se queda con la planta, pero... si la "ve" el Sol, este con su fuerza de energía... absorbe el Espiritu Universal del Rocio y la planta cosechada se queda sin el. En Espagiria se denomina a la Fuerza del Rocío, Espíritus Mundi.
Una vez que estemos en el lugar, hablaremos desde el corazón en la zona donde estén estas plantas, y les diremos de nuestra necesidad de cosechar tal cantidad de ellas para la confección de nuestros remedios, y aquí os diría que seáis lo más exactos posibles, recogiendo solo lo necesario y no mas por avaricia personal.
Las plantas, en la Infinita Interacción con la Totalidad, recibirán nuestras intenciones sinceras y se dispondrán a donarnos aquella cantidad que hemos solicitado de ellas.
Una vez hecha esta parte, cogeremos un cuchillo… o aun mejor un cúter, y nos dispondremos a cosechar la parte o partes de las plantas que necesitamos. Esto puede ser la planta entera, o simplemente unas cuantas hojas o ramas con sus hojas, o las flores, etc.… Pero recordemos, que antes lo hemos de planificar para saber qué es lo que realmente necesitamos.
En ningún caso, debemos arrancar las plantas y luego de quitar las hojas o flores o raices, tirando el resto de la planta en el lugar, todo ello en un acto de descuartizacion inconsciente de la misma. Esto… solo nos lleva a cortar la Comunicación Sutil con sus cualidades, y el Ser de Vida que la planta tiene en su interior, el cual… recibe tus intenciones reales desde el corazón.
Procederemos con el cúter a cortar diagonalmente la planta desde su base y en un sentimiento de agradecimiento a la misma si es así lo que necesitamos, y si solo necesitamos sus frutos, flores u hojas, es esto lo que cosecharemos únicamente y siempre de forma diagonal y con un corte lo más perfecto posible, evitando rasgaduras y roturas por fuerza bruta, ya que la planta siente todo lo que hacemos y ella se dispone a brindárnoslo.
Por ello es conveniente, que sujetemos la planta o parte de la planta a cortar adecuadamente, para que los cortes sean claros y concisos en la cosecha.
Una vez terminada esta fase en la cual siempre ponemos toda nuestra atención, colocaremos la planta en una bolsa de papel o de tela para llevarla a nuestro lugar de preparación, pero antes podemos orientarnos a nuestra forma y dar las gracias a la planta por lo que nos ha donado en su acto de amor, y a la Madre tierra por sus regalos del Reino Vegetal.
Cuando estemos en nuestro lugar de elaboración de la Tintura, simplemente lavaremos algo las plantas recogidas, y la colocaremos en trozos pequeños dentro del frasco de boca ancha, dejando siempre un tercio del mismo, para la expansión de los gases que el proceso pueda producir.
Como la planta que tenemos para la experiencia ha sido cosechada viva, esta contiene gran cantidad de agua en su savia, así que procederemos a agregar dos tercios de cualquiera de estos alcoholes como: Aguardiente, Orujo, Brandy de buena calidad, Aguardiente de Arroz o Ron, dentro de nuestro frasco y solo hasta los dos tercios, con un centímetro por encima de los trocitos de nuestra planta.
Este frasco lo llevaremos a un lugar obscuro y cálido, donde la temperatura interior pueda ser lo más cercana a lo que se llama Temperatura de Digestión, que son aproximadamente unos 35º grados Centígrados.
Antiguamente los frascos de cristal empleados, los metían en las caballerizas dentro del estiércol, pues este, conservaba una temperatura similar en su acto de fermentación.
Podemos también dejarlo en invierno, cerca de un radiador de calefacción donde pueda recibir el calor y envuelto en una toalla si lo colocamos encima del mismo.
En verano, simplemente lo colocamos en un lugar cálido de la casa e inclusive lo podemos colocar al Sol durante las horas del mismo, para que imprima no solo el calor de su irradiación, sino también la Fuerza de Vida que irradia o modula en su luz.
En invierno y haciendo buen tiempo, es decir, en las horas del mediodía, lo colocamos detrás de una ventana que entre el Sol directamente, y por el efecto invernadero calentara nuestra Tintura, beneficiándola en todos los sentidos, luego podemos colocarla de nuevo en los radiadores, hasta el día siguiente.
Este tiempo de Maceración hidro-alcoholica como así se llama, es para que la planta transmita sus cualidades físicas y sutiles al alcohol con su agua que ya tenía, por haber sido cosechada directamente de su hábitat.
El tiempo que recomiendo es de una semana como mínimo, aunque en verano y al Sol con unos tres o cuatro días es bastante. Aun así recomiendo que si no tenemos mucha prisa en la utilización de nuestra Tintura, la dejemos en este proceso durante un Ciclo Lunar al menos, es decir… comenzándolo en Cuarto Creciente y terminándolo en Luna Nueva. Esto, imprime determinadas cualidades que enriquecerán nuestra primera Tintura, y todas las demás que hagamos en nuestra vida. Aun hay mas detalles que siempre son buenos a tener en cuenta, pero de momento con esto… es bastante para nuestros comienzos en la confección de Tinturas Vegetales.
Una vez pasado el tiempo recomendado, procederemos a verter el contenido de nuestro frasco a un cuenco de cristal, pasando el líquido a través de un colador cerrado para que pueda quedar la Tintura, libre de toda partícula de lo que ha sido su cuerpo en la naturaleza.
Aun podemos filtrarlo posteriormente algo mas si así lo consideramos conveniente, a través de un papel filtro de los que se usan en las cafeteras o en los laboratorios de química. Yo personalmente si no tengo nada de esto, utilizo un colador con unas cuantas láminas de papel toilette o de algodón natural, para conseguir el filtrado de las microparticulas que aun el líquido pueda contener.
Ya tenemos nuestra Tintura limpia, y ahora debemos meterla en frascos de color ámbar con un buen tapón que cierre bien, y si ello es posible, podemos meterla aun mejor, en frascos de color amatista, pues este color da aun más cualidades y conserva por mucho más tiempo nuestra Tintura.
Aquí tengo que decir, que nuestra Tintura es como el buen vino, que cuantos más años tiene… mejoran sus cualidades.
No deseo terminar esta primera entrega de este Taller sobre tinturas, sin dejar una sugerencia que posteriormente podremos saber su porque, y es el guardar herméticamente... también, los trozos de la planta colados con sus restos de alcohol, por razones que mucho más adelante comentare en la evolución de tinturas especiales.
Así termino esta primera parte del Taller de Tinturas Vegetales Medicinales y solo transmitiros mis mejores deseos de que sintáis en vuestros corazones, la Verdadera Vida que reside en vuestra Tintura y de la comunicación sutil que habéis establecido para siempre con la misma. Esto os dará muchas satisfacciones al ver como actúa en beneficio de todos en todas partes, y que sigue evolucionando con el paso del tiempo al igual que vosotros en el interior… Damos gracias al Eterno por ello.
Permitanme decir, que dedico especialmente este trabajo y los que seguirán, a María González Lucena, de la cual estoy totalmente seguro será, una gran mediadora entre el Mundo Vegetal y sus posibilidades, para ayuda y alivio de sus prójimos, en estrecha relación desde lo sutil con todos los Reinos de la Naturaleza, así como también, para otros que en el pasado comenzaron con este servidor, estas prácticas de acercamiento hacia la Luz de nuestras hermanas las Plantas...
Gracias,
Claudio
jueves, 10 de febrero de 2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
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